La invitación de boda de Carla y José se centró en los colores blanco y dorado. La pareja eligió una invitación de boda que recordaba al estilo artesanal, ya que el papel elegido tenía un acabado rasgado. Utilizamos láminas de oro para imprimir esta invitación, para que la sencillez y la elegancia de la pareja brillaran con luz propia. Los nombres de los novios se destacaron en el anverso de la invitación, ya que son los principales protagonistas de este día. Para dar un toque más personalizado, utilizamos láminas de oro en los bordes de la invitación de boda.
El monograma se imprimió en el reverso de la invitación, adornado por un marco con un acento floral, lo que hace que esta invitación de boda sea aún más delicada.
Personalizamos esta invitación con un sobre blanco y un sello dorado, continuando así el tema elegido de forma armoniosa.
Los novios, Carla y José, optaron por unos marcadores de mesa acrílicos, impresos en blanco y con base de madera oscura, acordes con la identidad visual de esta boda, manteniendo la sencillez y elegancia del tema elegido por los novios.
Los novios sorprendieron a sus padrinos con una invitación especial, una caja blanca con un texto impreso en el interior.
Un regalo perfecto, que una vez más estaba en consonancia con todo el tema.