La invitación que diseñamos para Bruna y Miguel es una invitación minimalista envuelta en cinta de raso, lo que la convierte en mucho más que una simple invitación, en la que el papel hecho a mano juega un papel protagonista y la cinta de raso es como un sobre que hay que abrir para descubrir la historia que se esconde en su interior.
El lazo de raso fue elegido por los novios como el color predominante para este día de ensueño, que también estuvo representado por los vestidos de las damas de honor.
Hemos desarrollado un monograma que destaca por su caligrafía muy trabajada e irregular, al igual que las flores y la frase que lo adornan y que brotan del marco circular diseñado y concebido para retratar las mismas irregularidades que la caligrafía del monograma de los novios.